Historia
de la Arcilla Expandida
El componente principal del hormigón de arcilla expandida es la arcilla expandida. Su historia se remonta a 1913, cuando, debido a un fallo del horno con temperatura excesiva en una fábrica de ladrillos de Hayde en Estados Unidos, se descubrió accidentalmente un árido cerámico ligero. El propietario patentó de inmediato este árido, y su producción comenzó en 1917. Se lo llamó haydite, en honor a su descubridor. Se utilizaba para producir hormigón ligero y elementos de construcción de pequeño formato.
Hasta 1939, se establecieron plantas de producción de haydite en Canadá, Suecia, Noruega y Dinamarca, en respuesta a la creciente demanda de materiales de construcción. Tras la guerra, debido a sus propiedades físicas, la demanda aumentó aún más, lo que llevó a la creación de fábricas de arcilla expandida en todo el mundo. Este árido encontró múltiples aplicaciones en la construcción, la geotecnia, la jardinería y la protección del medio ambiente. En los países occidentales se adoptó el nombre LECA, acrónimo de Lightweight Expanded Clay Aggregate (árido ligero de arcilla expandida). En Polonia, inicialmente se le llamó gliniec (por su origen arcilloso), y más tarde keramzyt, inspirado en el término griego keramos, que significa arcilla de alfarero.
El hormigón de arcilla expandida es un material de construcción basado en una mezcla de hormigón sostenible enriquecida con arcilla expandida. La arcilla expandida se obtiene mediante la cocción de arcilla arcillosa en hornos rotatorios a temperaturas que alcanzan hasta los 1200 °C, lo que le confiere una estructura porosa y ligereza.
Esta estructura porosa específica proporciona a la arcilla expandida excelentes propiedades aislantes, tanto térmicas—evitando la pérdida de calor—como acústicas, al reducir los ruidos del entorno. Además, el proceso de cocción elimina todos los compuestos orgánicos, lo que hace que la arcilla expandida sea resistente al moho y los hongos, aumentando así la durabilidad de las construcciones.
El hormigón de arcilla expandida ofrece numerosas ventajas, como un excelente coeficiente de transmisión térmica bajo, aislamiento acústico, resistencia al fuego y a agentes biológicos. Es un material que no solo cumple con estrictos estándares de resistencia y seguridad, sino que también contribuye a una construcción ecológica gracias al uso de materias primas naturales y procesos de producción que reducen la huella de carbono.
Como resultado, el hormigón de arcilla expandida es una opción destacada para proyectos de construcción en los que la durabilidad, la eficiencia energética y el confort acústico son fundamentales. Gracias a sus propiedades únicas, este material se convierte en un componente clave de la arquitectura y construcción moderna y sostenible.
El hormigón de arcilla expandida es una mezcla de hormigón innovadora con árido de arcilla expandida. Gracias a ello, es un material ligero (1200–1800 kg/m³) que ofrece un excelente aislamiento térmico y acústico. Además, presenta una alta resistencia al fuego y es resistente al moho, los hongos, las plagas (roedores e insectos) y la humedad. Esta última característica lo convierte en una opción especialmente recomendable para personas con alergias o enfermedades respiratorias. Las viviendas construidas con este material ofrecen no solo durabilidad y eficiencia energética, sino también un entorno de vida saludable y confortable.
Las propiedades de la arcilla expandida permiten una gran capacidad de acumulación térmica, lo que garantiza un confort térmico óptimo durante todo el año: la casa permanece fresca en verano y no se enfría en exceso en invierno.
Otras ventajas del hormigón de arcilla expandida incluyen: